Es necesario cuidarnos entre todos, pensar cuestiones de salud personal y del planeta y, muy especialmente, expresar los sentires a través de lo artístico, que es la vía más accesible para sublimar el malestar.
La idea es proponer una pedagogía humanizante; que en los momentos presenciales lo más importante sea acercarnos a nuestros alumnos, atender su emocionalidad y elegir muy bien qué aprendizajes son significativos en esta realidad.